Llega el 2024 y con él, significativos cambios se materializan en nuestra casa de estudios. La Facultad de Ingeniería, a través del proyecto FIUDA 2030, ha dado inicio a una serie de talleres y es en este contexto que se llevó a cabo una capacitación esencial dirigida a los académicos de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Naturales.
El taller, titulado "La Evaluación de Competencias como Alternativa para Evidenciar el Logro de Resultados de Aprendizajes", fue liderado por la distinguida Asesora en Procesos de Innovación Pedagógica, Curricular y Evaluación de Aprendizajes, Andrea Saez Jara.
El objetivo central de esta actividad busca que los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que también desarrollen habilidades críticas y la capacidad de aplicar lo aprendido en situaciones del mundo real.
Sobre la actividad, el académico del Departamento de Física, Max Chaff señaló que “es una actividad muy interesante. Cada día estamos desafiados como académicos en aumentar la retención de nuestros estudiantes, considerando que tenemos estudiantes que están ingresando a la universidad y que han pasado por procesos de falta de clase en su formación de enseñanza media, lo cual nos va a demandar enormemente en los años venideros. Entonces es importante estos cursos de capacitación y cómo abordar estos desafíos futuros en la retención de estudiantes”.
En esta oportunidad se utilizó el modelo de “Progresión de Aprendizaje” metodología que se destaca por su enfoque en la acumulación progresiva de conocimientos y habilidades. En lugar de limitarse a la memorización, se incentiva a los estudiantes a explorar de manera continua y a profundizar en la comprensión de los conceptos. Este método fomenta un aprendizaje más significativo al permitir que los estudiantes construyan conexiones entre los diferentes aspectos del contenido, promoviendo así un entendimiento más holístico y duradero.
“El conocimiento comúnmente se asocia con el aprendizaje, pero en realidad, no es simplemente una cuestión de acumulación de datos o contenido. Más bien, el conocimiento implica la capacidad de utilizar esa información de manera efectiva. En otras palabras, no basta con poseer datos; el verdadero aprendizaje se alcanza cuando somos capaces de aplicar ese conocimiento de manera significativa. Por lo tanto, es crucial trascender la mera acumulación de información y avanzar hacia la construcción activa del aprendizaje por parte de los estudiantes. Este cambio implica no solo adquirir datos, sino también entender cómo aplicarlos en situaciones prácticas y reales”, comentó Andrea Saez
El siglo avanza, las sociedades cambian y la tecnología cada vez nos sorprende más. Es por esto que desde la Facultad buscan generar espacios de diálogo para generar capacidades que permitan reforzar las herramientas docentes.
En este sentido, la encargada del Observatorio Curricular de FIUDA 2030, Silvia Álvarez, señaló que “(...) En la actualidad, nos encontramos en la era de la inteligencia artificial, y es imperativo que los profesores mejoren sus competencias para motivar a los estudiantes en este contexto evolutivo. Es crucial acompañar a los docentes en este proceso de transformación. En nuestra región, la mayoría de los estudiantes que ingresan a nuestra universidad han experimentado desafíos significativos, como la pandemia y paros nacionales, lo que ha impactado en su nivel de motivación. Por lo tanto, recae en nosotros, como profesores, impulsar un cambio significativo en el entorno de aprendizaje”.
“La relevancia de la actividad reside en la manera en que realmente evaluamos, y no simplemente en asignar calificaciones. Este enfoque es fundamental pues un profesor debe prioriza el aprendizaje del estudiante sobre su propia distinción personal, lo que contribuirá positivamente a la formación y al prestigio de nuestra casa de estudios”, puntualizó Álvarez.